Las recomendaciones de donde comer en Valladolid que veíamos en todos sitios siempre eran las mismas, lo que significa que era imposible comer allí. Sitios masificados de gente donde no te podías sentar o tenías que luchar como si no hubiera un mañana para poder pedir en la barra. Así que nosotros optamos por arriesgar e ir a sitios distintos donde era posible sentarse. En algunos acertamos y en otros no mucho.
Croqueteando en el Corcho
Como todo el mundo pone el Corcho en su lista de sitios de donde comer en Valladolid. Quería ir para probar, pero el primer intento fue imposible. La gente estaba en la calle de pie comiendo, la barra estaba llena. Vamos, imposible. De todos modos es un bar que solo tiene barra y algunas mesas altas en la terraza.
Me considero una gran amante de las croquetas y los buñuelos, así que quería probar tanto las croquetas de jamón como los buñuelos de bacalao.

De la zona de la que yo vengo, el Mediterráneo, los buñuelos de bacalao no tienen nada que ver con lo que te ponen aquí. Nos pusieron trozos de bacalao envueltos en harina. Para mí, esto es bacalao rebozado, no buñuelos, pero bueno supongo que es por la zona. Aún así, a mi no me gustó. No sería un sitio que yo recomendaría.
Por las 2 croquetas de jamón, los dos buñuelos de bacalao y una Coca-Cola pagamos un total de 12,60€. No aceptan pagos con tarjeta inferiores a 10 euros.
Comer en Valladolid cerca de la Plaza Mayor
Como ya os he dicho nuestra primera noche fuimos a por las croquetas del famoso Corcho, pero fue imposible. Así que nos fuimos a Los Guajes. Un bar que se encuentra en la misma calle. Como veníamos con el capricho de las croquetas pedimos de cecina. Creo que hasta hora son las mejores croquetas de cecina que me he comido nunca. Tenían muchísimo sabor, estaban jugosas y el rebozado era perfecto. ¡Un 10!

Como acompañamiento pedimos una tortilla de bacalao (13,50€) y unas rabas (12€). Para beber nos pedimos un tinto de verano cada uno (3€ cada uno). En total pagamos 39,50€ por la cena del primer día. De todo lo que pedimos mi plato preferido fueron las croquetas.

Comida castellana
Nuestra última cena en Valladolid la hicimos en La Criolla. Un restaurante de comida típica castellana. Nosotros comimos en la barra y pedimos algunas tapas. Por si no tenía suficiente con las que ya me había pedido, volví a pedir croquetas de jamón (1,40€ la unidad). Estaban buenas, pero nada que ver con las de Los Guajes.

Acompañamos las croquetas con un montadito de mini burger de Wagyu (3,50€) que estaba muy rica, pero como pega tenía más pan que carne. Y un canelón de rabo y boletus (4,20€). En total, la cena nos salió por 17,60€.

Unos mojitos en Valladolid
El sábado teníamos ganas de salir a tomar algo y así fue como descubrimos Candilejas. Un bar que se encuentra en el Pasaje Gutiérrez. Nosotros pedimos dos mojitos. Lo mejor del sitio es que tienen mucha variedad de sabores. Yo pedí el clásico, pero también había de mango, fresa, etc. Muy ricos y acompañados de unas buenas gominolas.

Espero que disfrutéis al máximo estos días en Valladolid que podáis comer de lo mejorcito. No olvidéis compartid vuestros descubrimientos gastronómicos. Y ya sabes no te pierdas todo lo que puedes hacer en la ciudad durante un fin de semana.