Siempre comparto mis viajes tal cual los organizado porque creo que es la mejor forma para que la gente se haga una idea de los tiempos. Así que, aquí os dejo mi itinerario de 4 días por Atenas.
Primer día: paseando por la ciudad
Para llegar a Atenas cogimos el vuelo que sale sobre las nueve de la noche desde Madrid y llegamos de madrugada a la capital griega. Así que llegamos bastante tarde al hotel. Aquí os dejo nuestro itinerario para llegar al centro por si estáis en la misma situación que nosotros.
Esta introducción era para deciros que, como llegamos tan tarde, el primer día nos lo tomamos con «calma». Hicimos una pequeña ruta por los lugares que nos «pillaban de camino» y dejamos el resto para el segundo día.
Plaza Monastiraki
Nuestra primera parada fue la plaza Monastiraki. Creo que el punto más concurrido de la ciudad después del Acrópolis y tiene unas vistas preciosas hacia el Partenón.

En uno de los extremos de la plaza se encuentra «Panagia Pantanassa». Una pequeña iglesia ortodoxa griega que recibe el nombre de «Santa Iglesia de la Virgen María Pantanassa». Una iglesia de época bizantina. Es más antigua aún que la Iglesia Kapnikarea.

Antiguamente era conocida por el nombre de «Panagia Pantanasa la Ateniense» y era un convento de mujeres. De aquí es de donde la plaza recibe su nombre, ya que Monastiraki significa «pequeño monasterio».
Iglesia Panagia Kapnikarea
Nuestra siguiente parada fue la Iglesia ortodoxa Panagia Kapnikarea. Una de las más antiguas de la ciudad. Considerada un tesoro histórico y cultural en el corazón de la ciudad.

Al igual que la iglesia de la plaza Monastiraki tuvimos que bajar unas escaleras para poder acceder a ella. Ambas tenían una decoración tradicional griega. Como muchas iglesias ortodoxas, está ricamente decorada con iconos religiosos y frescos que representan escenas religiosas y figuras santas.
La entrada a todas las iglesias a las que entramos fue totalmente gratuita, no tuvimos que pagar nada.
Jardín Nacional de Atenas
Con el buen tiempo, léase la ironía, decidimos pasearnos por el Jardín Nacional de Atenas. No fue una buena idea, pero supongo que si visitas Atenas en agosto no puedes esperar otra cosa. Deambulamos por los caminos del enorme parque y llegamos hasta el edificio Záppeion.

Záppeion es un edificio histórico que fue construido en 1880. Se ha convertido en sede de eventos diplomáticos e internacionales. También se encarga de acoger exposiciones y eventos privados como bodas.

Si te apetece, puedes acercarte y ver el patio interior desde fuera. No se puede visitar el edificio por dentro, pero puede ser una buena frigoparada.
Templo de Zeus
La mañana la terminamos visitando el Templo de Zeus y el Arco de Adriano. Cuando nosotros fuimos no había mucha gente. Realmente los únicos monumentos que ves masificados son los que se encuentran en el Acrópolis. El resto se hacen bastante llevaderos.

Como os contaba en otro artículo, os recomiendo que compréis el pase combinado en el Templo de Zeus. Ya que no hay casi cola y te ahorrarás hacerla en el Acrópolis donde es bastante larga. Si prefieres comprar las entradas por separado, el Templo de Zeus cuesta 8€.
Monte Licabeto
Después de toda la mañana de turisteo, una mañana en la que nos habíamos propuesto pasear y descansar, nos fuimos a comer por el centro y después nos fuimos al hotel. He hecho una lista con los bares que más me han gustado durante nuestros días en la ciudad.
En fin, que llevábamos pocas horas de sueño y necesitábamos reponer fuerzas, pero como nos pueden las ansias… Terminamos saliendo por la tarde con ganas de subir el Monte Licabeto.

En el Monte Licabeto se encuentra el mejor mirador para disfrutar del atardecer de Atenas y contemplar el Acrópolis en todos su esplendor. Las vistas son espectaculares, pero la subida es interesante.
Tienes varias opciones. Puedes llegar hasta la cima donde se encuentra la Iglesia de San Jorge Licabeto o quedarte en la mitad del monte donde hay un mirador. Desde ambos puntos puedes ver el Acrópolis y descansar tomándote algo en alguna de las terrazas que hay. Evidentemente, los que querían descansar, llegaron hasta la cima.

Cuando nosotros fuimos, hubo momentos en los que apagaron las luces del Acrópolis, pero las encendieron como 20 minutos después. El monte estaba lleno de gente, pero de golpe nos cayó un diluvio y todo quedó bastante despejado. No duró mucho, pero lo justo para liberar de gente el monte. A pesar de la subida hay bastante gente una vez que subes.
Academia Nacional de Grecia
Antes de ir a cenar llegamos cerca de la zona donde se encuentra la Academia Nacional de Grecia. ¿Nos íbamos a ir sin pasar pode delante estando tan cerca? Imposible para nosotros.

Es una zona preciosa y muy espectacular donde se encuentran tres edificios bastante importantes: la Biblioteca Nacional, la Universidad y Kapodistríaca de Atenas y la Academia Nacional de Grecia. Estuvimos paseando por la zona y disfrutando de los magníficos edificios prácticamente solos.
Y ahora sí, ya era el momento de cenar y de volver al hotel a descansar que al día siguiente nos esperabas el tan deseado Acrópolis de Atenas.
Segundo día: visitando el Acrópolis
El segundo día prácticamente se lo dedicamos entero a toda la zona del Acrópolis porque visitamos tanto el museo como el recinto donde se encuentran los templos.
Acrópolis de Atenas
Nosotros compramos la entrada al Acrópolis a través de GetYourGuide. Como ya os comenté antes, he creado un artículo explicando mejor todo el tema de las entradas combinadas para que quede mucho más claro. Si queréis echarle un ojo, os lo dejo aquí.

La mañana en el Acrópolis fue muy intensa y calurosa. Había muchísima gente y era un poco locura. Nosotros tuvimos algo de suerte porque el tiempo nos dejaba momentos nublados que nos daban vida para seguir pasando la mañana allí.

Cuando organicéis el viaje os recomiendo que mínimo contéis con dos horas para verlo entero, aunque como os he dicho nosotros estuvimos toda la mañana. En el Acrópolis hay muchos templos y si no llegas temprano la cola es enorme. Por eso también os recomiendo que compréis la entrada en otro sitio.
Museo de la Acrópolis
Nosotros nos queríamos tomar el viaje con calma. Algo que antes no hacía. En mis primeros viajes, salía del hotel a primera hora y no volvía hasta la hora de dormir, esas cosas ahora ya no las hago. Así que, después de comer volvimos al hotel para descansar un rato.

Llegamos al museo a eso de las siete de la tarde porque vimos que cerraban a las diez. El museo cierra tarde, pero las excavaciones cierran a las ocho. No tiene sentido pagar 15€ para entrar al museo y no verlas. Que es lo que nos pasó a nosotros.
Cuando compramos las entradas, antes de las 8, la mujer no nos informó de esto y cuando fuimos a verlas estaban cerradas. Es cierto que está en los paneles al entrar, pero igual que te recuerdan unas cosas te podrían recordar otras.

Otra cosa que también me dejó a cuadros fue la iluminación del museo. Como podéis ver en las fotos es muy escasa. Así que no os recomiendo que lo visitéis por la tarde/noche. Algo positivo de esta visita fue la tranquilidad que había dentro, la nula cola que tuvimos que hacer y poder disfrutar del Acrópolis de noche con una tranquilidad increíble.
Tercer día en Atenas: monumentos de la ciudad
El tercer día lo dedicamos a ver los monumentos menos visitados de Atenas, digo menos visitados porque cuando nosotros fuimos casi no había nadie. Nada que ver con la cantidad de gente que hay en el Acrópolis, es como si los turistas solo quisieran ver ese monumento.
Estuvimos toda la mañana entre el Ágora romana y el Ágora de Atenas. Como habíamos comprada la entrada combinada ambos espacios estaban incluidos en el precio. En el interior de ambas ágoras podrás visitar monumentos como el Templo de Hefestión y la Biblioteca de Adriano.

Cuarto día: visitar los alrededores de Atenas
Después de dos días intensos visitando monumentos y con el fuerte calor que hacía, estábamos decididos a desconectar un poco del turismo cultural y ponernos rumbo a la playa.

Descubrimos una isla muy cerca de Atenas que cuenta con bonitas playas y ciervos en libertad, investigamos un poco y lo tuvimos claro. Nos íbamos a pasar el día a Moni Island.
Para llegar hasta Moni Island tienes que coger un barco que te lleve a Egina, así que a nuestra vuelta tuvimos algo de tiempo para disfrutar de la capital de la isla y ver los enclaves más importantes.
Terminamos llegando bastante tarde a Atenas, y la verdad estábamos totalmente destruidos. Contentos por el día tan bueno que tuvimos, pero muy cansados.
Continuamos nuestro viaje por Grecia
A la mañana siguiente teníamos que dejar el hotel, así que dedicamos la mañana a pasear por el centro e ir al aeropuerto. Aunque, nuestro viaje no termina aquí. Organizamos un viaje de 9 días por Grecia y nuestra siguiente parada era la isla de Creta. Espero que sigáis mi aventura por el país.