Un fin de semana en Bilbao

Este verano decidimos pasar un finde semana en Bilbao. Queríamos visitar la exposición de coches del museo Guggenheim y fue la excusa perfecta para organizar el viaje.

Como el trayecto eran 4 horas y media, decidimos que lo ideal sería hacer una parada entre medias para que no se hiciese pesado. Cuando viajas, cualquier excusa es buena para poder visitar más lugares, así que paramos 24 horas en Burgos.

Cómo organizamos nuestro fin de semana en Bilbao

Como os he dicho salíamos de Burgos y se nos hizo más tarde de lo esperado. Así que cuando llegamos a Bilbao ya era hora de cenar. Estábamos bastante cansados y no nos apetecía mucho salir, pero las distancia en Bilbao no son muy largas y nos animamos a ir andando hasta el Mercadillo de la Ribera para cenar y dar un paseo nocturno por la ciudad.

Nosotros nos hospedábamos cerca de la plaza de toros, así que caminando fueron unos 25 minutos. Las distancias no son muy larga, pero íbamos cansados de todo el día paseando por Burgos y, al principio, se nos hizo un mundo.

Al día siguiente, decidimos pasar el día en Getxo y también fuimos a San Juan de Gaztelugatxe. Cuando llegamos a Bilbao, íbamos cansados, pero con hambre. Así que, decidimos salir a cenar y encontramos un restaurante increíble que se llama Bassko.

Y ya por último, nos tocaba la visita al museo Guggenheim para descubrir la exposición de coches.

Visita al Museo Guggenheim

Nuestra visita al Museo Guggenheim fue principalmente porque queríamos visitar la exposición de coches, que solo iba estar disponible hasta septiembre.

En el precio de la entrada estaba incluido la exposición de coches y la visita completa al museo. El precio fueron 16€ por persona para todo el día. Nosotros estuvimos unas 3 horas por la mañana y una por la tarde.

Prácticamente todas las horas que estuvimos se las dedicadas a la exposición de coches. El resto de salas las vimos muy de pasada porque a nosotros no nos transmitieron mucho. Además, el museo en sí no es muy grande.

Qué puedo ver gratis en el Museo Guggenheim de Bilbao

Si vas a visitar Bilbao y no quieres pagar la entrada al museo tienes que saber que hay algunas cosas que puedes visitar sin entrada y que son igualmente emblemáticas.

Fuera del museo se encuentra Puppy, la popular escultura en forma de perro de Jeff Koons, que pesa 36 toneladas y está hecha con una estructura de acero cubierta con 38.000 plantas naturales que cambian dos veces al año.

Se ha convertido en un símbolo bastante emblemático de la ciudad y podrás hacerte fotos con él sin necesidad de pagar tu entrada.

Otro de las esculturas más emblemáticas, que rodean el museo, es la araña de Louise Bourgeois. La araña es un homenaje que la escultora le hace a su madre tejedora. Representa la fortaleza y la fragilidad.

En estos 9 metros de araña podemos sentir que nos adentramos en una jaula creada por las patas de estilo gótico del insecto. Al mismo tiempo, la jaula protege a las crías que guarda en su bolsa.

un fin de semana Bilbao

Dentro del museo, y antes de pasar los controles, podrás visualizar un video. Es bastante bonito y no es muy largo. Entrarás en una sala con un par de sofás y una pantalla gigante donde se reproducirá un video sobre el diseño del Museo Guggenheim. ¡Tienes que verlo!

Por último, desde fuera podrás ver los tulipanes del mismo autor que Puppy. Es cierto que para verlos en detalle tienes que acceder al museo, pero desde el otro lado también puedes verlo.

La escultura es un ramo de flores que simulan flores hechas con un globo. Miden 2 metros de alto y 5 de ancho y están fabricadas en acero inoxidable.

Dónde comer en Bilbao

Como siempre comparto con vosotros una de las partes más importantes del viaje: la comida. Os hago algunas recomendaciones para que podáis completar vuestra visita disfrutando de la mejor gastronomía.

Mercado de la Ribera

La primera noche cenamos en el Mercado de la Ribera. Es un lugar muy popular, pero a nosotros no nos gustó mucho. Llegamos a última hora y las tapas estaban un poco regular.

Las croquetas que pedimos estaban recalentadísimas y el pan de los pintxos estaba un poco de otra época.

Nos sorprendió porque fue un lugar que nos recomendaron mucho, pero nosotros no tuvimos mucha suerte. Además no había muchos locales abiertos.

Restaurante Bassko

El restaurante Bassko fue un descubrimiento improvisado. Se nos había hecho un poco tarde para cenar y no nos daban mesa en ningún sitio. Vimos el restaurante Bassko y nos decidimos a probar.

Nosotros pedimos: Pencas rellenas de jamón y queso con salsa de almendras (11,95€) y tortilla abierta de hongos y bacalao confitado con crema de queso Idiazábal (12.95€). Y de postre: tarta de queso clásica (5,95€) y pastel vasco con helado de cereza (6,45€).

La verdad que todo estaba buenísimo y el local era muy bonito, así que sin duda volveré para comer.

Café Iruña

El café Iruña es nuestra gran asignatura pendiente. Intentamos ir en varias ocasiones y siempre estaba completo o ya no les quedaban pinxtos. Muy buenas recomendaciones, pero si queréis comer aquí tendréis que reservar porque sino imposible.

Heladería Amorino

La Heladería Amorino tiene la peculiaridad que sus helados tienen forma de flor. Yo me pedí un cucurucho pequeño de dos sabores y pagué 4€. El helado estaba bastante rico y fue la parada perfecta antes de entrar al Museo Guggeheim de nuevo.

Espero que te hayan gustado todas mis recomendaciones, si tienes algún consejo no te olvides de dejarlo en comentarios. Me encantará saber tu opinión para próximos viajes.

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